lunes, 12 de enero de 2009

Un cumpleaños a recordar!

Aqui les dejó el que, hasta ahora, el último trabajo que he hecho. Este fic fue escrito para la epoca de navidad n_n Lo escribi para una amiga en un foro, se lo entregue el 24 de diciembre... el dia que cumple años Kôji, asi que el regalo fue para él tambien. Espero que les guste ^^ Creo que todavia tiene algunos errores de tipeo u_u
Saludos!!
Haber uqe dia les traigo otro ^^




Un cumpleaños a recordar.


Era la época de Navidad en la ciudad de Tokio. Caían copos de nieve sobre las personas, que salían a las calles a arreglar los últimos detalles para la Nochebuena.
De uno de los establecimientos, salió un muchacho de cabellos azabaches. En sus brazos llevaba, lo que parecía, una bolsa de papel. Su paso era rápido, llevaba mucha prisa.
-Creo que este es uno de sus favoritos… Tengo que apurarme o se oscurecerá antes de que llegue.
Fue lo único que dijo mientras se alejaba de la tienda. Y se internaba en la muchedumbre.
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En el departamento que compartía con el cantante. Se podía percibir desde el recibidor el olor a la cena de Nochebuena. En la cocina se podía observar a Kôji, que llevaba puesto un sencillo pantalón oscuro y una camisa blanca entreabierta; que, hasta esos momentos, se encontraba preparando todos los alimentos que consumieran esta noche.
Dando los últimos toques, lo sorprende el sonido de alguien abriendo la puerta principal. -¡Ya llegue! –gritó, al tiempo que se quitaba la chaqueta.
Esta persona se dirigió hacia la cocina. Buscando un lugar donde poner el objeto que llevaba en brazos, encontrándolo solamente en el pequeño espacio libre de una repisa.
Kôji se acerco a saludar a Takuto con un calido beso. Iba a decir algo cuando se percato de la bolsa que había traído, y saco su contenido. Se trataba de una botella de Whisky, todavía la mantenía en sus manos dijo:
-¿Creía que no te gustaban este tipo de cosas? –Una sonrisa enmarcaba su rostro.
-Es un día especial, ¿no? –Volteó su rostro hacia otro lado tratando de encubrir el rubor de sus mejillas.
Kôji no se dio cuenta de sus sonrojos, lo único que observo fue la manera malhumorada que había usado el futbolista. El tono que utilizo Izumi lo hirió de cierta forma, pero no iba a dejar que eso arruinara toda la velada.

-Será mejor que me vaya a cambiar –dijo el moreno
Un silencio había caído sobre ellos y esta fue la única forma en la que Izumi se le ocurrió romperlo.
Kôji se quedo en la cocina. Puliendo los últimos detalles y llevando los platos a la mesa.
.-.-.-.-.-
Al llegar a la habitación, lo único que hizo fue dejarse caer sobre la cama. En su rostro se refleja lo confundido que estaba.
Lo primero que digo, lo primero que hago. Quiero pasar bien estas fiestas con Kôji; pero lo que pienso y mis acciones no concuerdan. Llego y lo primero que tuve que hacer fue hablarle de esa forma, la pregunta que hizo no tenia nada de malo. Ya me había mentalizado que hoy seria condescendiente con él. Pero soy un idiota y no me puedo controlar solo por esta vez. Tal vez lo herí, y yo aquí acostado como esperando que venga a pedirme perdón de algo que no hizo… Tengo que ir a pasarla bien en su cumpleaños, ¡A que él este contento este día!
Terminando este monologo, se incorporó de la cama y se dirigió al armario. Tenía que vestirse rápido, alguien podría llegar a la casa en cualquier momento.
Tomó lo primero que encontró en el armario, siempre fijándose que fuera adecuado para la ocasión.
Cuando ya estuvo completamente arreglado fue camino al comedor. Su rostro, de alguna forma, se veía resplandeciente y una pequeña sonrisa sobresaltaba en su rostro.
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Por su parte, el cantante estuvo arreglando la mesa, para que todo estuviera listo en el instante en le que Takuto se presentara.
Entonces lo vio, venia con un pantalón marrón algo grande para él, ¡pero que diablos! Además que llevaba un suéter, cuello alto, de color verde oscuro. Totalmente hermoso a ojos de Kôji. Y su cara, nada más verla, al solista se le antojo besarla.
Se fue acercando hasta que la distancia entre ellos quedó reducida a nada. Y entonces lo besó mientras lo rodeaba con sus brazos. Una mano en su espalda y otro en sus caderas.
Izumi al principio se resistió, débilmente trato de alejarlo. Después de un momento se entrego al beso. Al sentir esa mano en su cadera no pudo reprimir, ni ocultar, su sonrojo…
Ruborizarse por tan poco. Eres tan lindo, mi ángel. –Pensó Kôji
Se separó de él, y con una sonrisa, lo tomó de la mano y, de esta forma, lo llevo hasta la mesa. Y lo sentó en el asiento que se encontraba enfrente del suyo, así lo podría observar sin que se diera cuenta Izumi.
La mesa estaba bellamente arreglada. Como solo puede hacerlo alguien de muy buen gusto. Los platos, la comida; todo hecho espléndidamente y de una manera que a Izumi le asombraba.
-Un momento… ¿No vamos a esperar a los demás? –dijo, solo un poco antes de que empezaran a comer.
-¿A quienes?
-A Shibuya, a… ¿No avisaste a nadie verdad? –Su mirada se clavó de manera insistente en el cantante.
-Emm… No. Quería pasarlo solamente contigo –Una titubeante sonrisa apareció en sus labios, a la expectativa de lo que le pudiera contestar Izumi.
-Solo por esta vez te lo paso, ¿me has oído?

Trataba de ser severo, pero en su mirada se notaba que restaba importancia a todo eso. A Kôji le sorprendió un poco esa reacción, esperaba algo un poco mas violento. Tal vez eran imaginaciones suyas o Izumi estaba raro…
-¿No crees que estas un poco extraño?
-¿Qué te hace pensar eso?

-Ciertas reacciones tuyas…
Takuto podía sentir la perspicaz mirada sobre si, y eso lo estaba poniendo nervioso.
-Ya cállate y come
Kôji a duras penas pudo reprimir una risita por la reacción de su Izumi.
La cena paso sin más incidentes. Apenas y cruzaron las palabras necesarias durante ésta, no fue por incomodidad, más bien, por que no había nada que agregar.
Después, pasaron al salón. Ahí se apreciaba un árbol de navidad, adornado con brillantes objetos y de muchos colores. Ellos se sentaron en el sofá, en donde tenían la mejor perspectiva del pino.
En la mesita de centro, se encontraba la botella de Whisky que había traído Izumi. Su aspecto no era muy vistoso, más bien sencillo, la etiqueta era completamente negra con solo algunos decorados en dorado y el vidrio del que estaba hecho era completamente transparente. Dos solitarias copas acompañaban a la botella.
Kôji sirvió el licor en cada una de las copas, entregándole la más vacía a Takuto. Se colocó en la esquina del sillón; tomando a Izumi por la cintura, lo atrajo hacia su pecho. El futbolista simplemente se dejo llevar.
El cantante apuró el contenido de su copa, estaba mirando el árbol. Su aspecto era de un gran ensimismamiento. Como si estuviera dentro de su esfera y no pudiera ser tocado.
A Izumi le gustaba verlo así, tranquilo, en paz, y con ese toque que le daba el resplandor de las luces navideñas.
-¿No tienes frío? –Preguntó como si apenas se percatara de la presencia del otro.
-Debería ser yo quien lo preguntará –dijo mientras esbozaba una sonrisa.
-Yo no tengo frío, por que soy un ser caliente
Takuto rompió en carcajadas. El tono de autosuficiencia con lo que lo había dicho, le resulto cómica.
-De eso no cabe duda, señor pervertido
-¡Hey!
Se quedaron un momento en silencio, y después los dos fueron los que rieron.
Y así siguieron tomando del Whisky, siempre Kôji a la delantera. Y Takuto todavía haciéndole caras por el sabor que tenia.
-Todavía no acabo de comprender por que te gusta esto…
-Eso dices, pero ese ya es tu segundo o tercer trago.
La voz de Kôji ya no sonaba tan fluida, todo por influencia del alcohol.
-Es verdad… Pero eso no quita que siga sintiendo raro la lengua…
-No estas acostumbrado a tomar
-¿Y algún día me llegaré a acostumbrar?
-No tengo idea. Pero te sugiero que por hoy ya lo dejes
-Está bien –le dedico una media sonrisa- Por tu cumpleaños… -Al tiempo alzó la copa -Por que tengas muchas navidades tranquiles y seas muy feliz…

Entonces brindaron. Las copas sonaron al golpearse y su fueron apuraros.
De lo que no se dio cuenta Kôji, fue que Takuto lo tomo muy rápido y se le había subido la bebida. No se dio cuenta hasta…
-Izumi, ¿No quieres otr…
Hasta entonces se fijo en su cara. Tenía las mejillas encendidas, sus ojos nublados y, para tortura de Kôji, se estaba apretujando más contra su pecho.
El cantante no sabía ni donde meterse. Tener esa vista de Izumi…

Entonces lo besó. ¡Izumi lo estaba besando! Kôji quería recordar esa Navidad para toda la vida. Lo estaba besando; y no parecía, en absoluto, que estuviera embriagado, no por la forma en que lo besaba.
Oh... Dioses. ¿Qué he hecho para tener que estar en este suplicio?
Sentía que de no hacer algo, le iba a sangrar la nariz de un momento a otro. No resistiendo más, lo toma entre sus brazos y lo recuesta en el sofá.

A Takuto ni se le pasaba por la cabeza lo que le iban a hacer.
Kôji lo besó sin ningún miramiento. Sus alientos se mezclaron, fue un beso profundo, capaz de acabarle el aliento a cualquiera. Izumi respondió al beso, sin ninguna queja.
Al separarse, Kôji pudo ver como Takuto tenía sus ojos cerrados, recuperándose del beso y esperando algo más. Su pecho subía y bajaba, su respiración era sonora. El cantante no se pudo reprimir más.
Ahora fue a por el suéter. El cual alzó hasta que quedó a la vista el musculado pecho. Acercó sus labios a él, podía sentir la tibieza de esa piel contra la suya. Empezó a repartir besos por toda esa zona, primero de manera suave y después de forma más persistente. Quería tener el tacto de ese torso contra él.

Takuto a veces dejaba escapar alguno que otro gemido, cuando Kôji tocaba partes específicas de su cuerpo. El cantante iba bajando cada vez más. Hasta que se detuvo.
¿Pero que estoy haciendo? –Pensó, al tiempo que se pasaba una mano por la cara- Esto seria igual o peor que si lo estuviera forzando… Será mejor que yo tome una ducha fría. Le volvió a arreglar las ropas y cargándolo lo llevó a la habitación que compartían.

-Hey, ¿Adonde me llevas?
-Te vas a ir a dormir…
-Y, ¿si no quiero?
-Lo harás. Ya es muy tarde y tu no acostumbras dormirte a esta hora… -no se atrevió a mirarlo a la cara, no fuera que no se pudiera contener.
Llegaron a la recamara y Kôji deposito el cuerpo somnoliento de Izumi en la cama. Antes de irse lo arropó con algunas mantas.
Se dijo que cuando saliera de ducharse, y se encontrara mas sereno, le cambiaría la ropa que traía y le pondría el pijama.
Después, tomó su propia muda y entró a la ducha.
Y así terminó el mejor y más tormentoso cumpleaños que ha tenido…

1 comentarios:

DaviDavi dijo...

Aunque cortito me ha gustado mucho!! Lástima q acaba en la mejor parte :P. Bronze siempre ha sido mi yaoi preferido, espero q no sea el ultimo fanfic q haces!! ^^

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